Para realizar una evaluación pedagógica o psicopedagógica debemos tener claros siempre los pasos a seguir y ser muy metódicos y objetivos con estos. Lo primero siempre ha de ser una entrevista inicial en la que poder conocer ciertos datos que necesitamos de forma previa a una evaluación.
Generalmente, en los centros privados nos encontramos con la consulta de padres y madres que vienen buscando un profesional que los guíe por algún motivo en concreto. Es por ello que necesitamos establecer una primera entrevista en la que estos nos cuenten el desarrollo del niño o niña hasta el momento actual. En ella lo primero que debemos saber es el motivo de consulta.
Muchas veces este se encuentra motivado por el ámbito escolar, si bien los padres y madres comentan que sus hijos e hijas se frustran mucho a la hora de realizar los deberes, que tienen una baja comprensión de lo que leen, o quizás que estudian mucho pero luego suspenden los exámenes, necesitan técnicas de estudio ya que no son capaces de organizarse bien lo que van a estudiar, se distraen mucho en clase, son inquietos e impulsivos, y un sin fin más de motivos que pueden requerir una evaluación.
Tenemos que entender esta entrevista como una recogida de información, pero de la que no debemos sacar conclusiones claras. Debemos entender esta como un resumen del desarrollo del hijo o hija hasta la fecha actual.
Además, en dicha entrevista debemos interesarnos por los posibles antecedentes familiares. En muchos casos, son los mismos padres los que se ven reflejados en las dificultades de sus hijos e hijas, o incluso son conscientes de que diferentes familiares han tenido o tienen según qué diagnóstico que pueda estar relacionado con las dificultades que han visto sus peques.
Por otro lado y de igual importancia, es el hecho de recoger información del desarrollo del niño o niña hasta la actualidad, enfermedades pasadas, el momento del nacimiento, la edad gestacional a la que lo hizo, la capacidad de atención que presenta según qué estímulos, la autonomía que tiene el pequeño o pequeña en casa, las responsabilidades que se delegan en él, la gestión emocional en situaciones de frustración o enfado, las habilidades sociales que posee, la trayectoria escolar, la relación que tienen con figuras de autoridad como pueden ser ellos mismos, su profesor o profesora, alguien externo a la familia, etc. No dejando de lado sus gustos, entretenimientos, fortalezas, hábitos y rutinas.
Toda esta información nos facilitará entender de forma cualitativa y bajo la visión de los padres y madres al niño o niña que vayamos a evaluar. Si conocemos donde y cómo es su entorno familiar, social y escolar podemos aprender muchas cosas sobre los resultados que obtengamos.
Con esta primera entrevista a la familia buscamos simplemente conocer a la persona a quién se nos está pidiendo evaluar y su entorno.

