Cuando se trata de entrevistas con las familias tenemos que saber diferenciar de qué tipo de reunión se trata.
Si se trata de la primera vez que vamos a conocer a la familia tenemos que tener claro la estructura de lo que queremos preguntar.
- Motivo de consulta, informes anteriores que puedan aportar, saber si ha recibido con anterioridad o no rehabilitación y si pueden aportarnos información relevante sobre el motivo por el cual acuden a nosotros.
- Desarrollo del niño/a: queremos saber desde el momento del nacimiento, el parto, el estado previo de salud y anímico de los padres hasta el momento actual, enfermedades que haya tenido que puedan ser relevantes, si ha acudido a guardería, si han vivido en otro país, si ha tenido problemas para andar, las primeras palabras, problemas de sueño, de alimentación, con ruidos o texturas, etc.
- Aficiones y gustos del niño o niña que puedan servirnos para establecer confianza con el o ella, conocer sus rutinas, sus hábitos, la autonomía que desde casa se le este inculcando, etc.
Si se trata de una entrevista de seguimiento, tenemos que distinguir entre dos posibilidades. Por un lado, están las entrevistas que los profesionales solicitamos con algún motivo en concreto, por otro, están las reuniones que los padres solicitan para hablar con nosotras sobre algún tema en particular.
- Cuando se trata de una reunión que solicitan las familias, los profesionales solo podremos saber como mucho el motivo, ya sea por algún problema que esté pasando en el cole, por algún cambio que la familia quiera notificarnos que pueda tener relación con el niño o niña con el que trabajamos o bien por comentarnos algo concreto que pueda sernos relevante. En este caso lo que debemos hacer es preparar un pequeño resumen de los objetivos que estemos trabajando actualmente, de la evolución del pequeño/a y de aspectos relevantes que estén sucediendo en las sesiones. Con esto lo que conseguimos es anticiparnos por si algo de lo que la familia vaya a contarnos tiene que ver con la evolución y el trabajo que nosotras trabajamos. Si por el contrario no fuera así, nos sirve para poner un poco al día a la familia sobre cómo van los peques en ese momento y que cosas relevantes deben saber.
- Cuando la reunión la programamos nosotros, los profesionales, es por algo en concreto que queramos comentarles a las familias, para ello necesitaremos tener claro lo que vamos a decirle, si bien es alguna dificultad que estemos viendo, si es la necesidad de ponernos en contacto con algún otro profesional o si bien queremos comentar el progreso del peque hasta el momento. Para ello recogeremos información (si acude con más profesionales del mismo centro porque recibe terapias diferentes habrá que recabar información de todos estos profesionales para evitar a las familias tener reunión con cada uno de ellos). Además, debemos estar preparados para preguntas o dudas sobre lo que le vayamos a contar por lo que habrá que ponerse un poco en el lugar de ellos y ver qué dudas pueden surgirles para poder resolvérselas en la misma reunión, anticipándonos así a lo que pueda suceder.
Como veis, las reuniones familiares son complejas a la vez que sencillas, tenemos que no temerles ya que son imprescindibles y necesarias pera una adecuada intervención.
Os animo como siempre a dejarme vuestras dudas y comentarios aquí debajo para entre todos enriquecernos.
Vicky, una pedagoga en apuros.


Sin duda, una información muy relevante para enfrentarse a esas reuniones familiares. Gracias Vicky